Nueva Temporada

sábado, marzo 05, 2005

Con un gran poder...

Los poderes. Ah, si, como dijo el tío Ben. "Con un gran poder viene una gran responsabilidad" El hecho es que, en el mundo real, los superpoderes son ligeramente diferentes a los de los comics. No tenemos super-oído, pero el celular está encendido día y noche. La super-fuerza es aparente, y conlleva visitas al quiropráctico después de algún tiempo, aunque en el momento estés cargando un sofá, o un garrafón de Electropura, o lo que sea, por espacio de media hora, y a la pregunta pendeja "¿Pesa?" respondas con una sonrisa de oreja a oreja y, todavía con 2 toneladas a cuestas, con tu mejor voz de tenor "No, claro que no" mientras una hernia se asoma por un costado.

La Baticueva puede ser la oficina, tu casa, el bicho local o lo que ustedes gusten y manden, y los gadgets de última generación son reemplazados por el mismo celular, una computadora con conexión a la Red, y hasta una credencial del Blockbuster, por si a la damisela en desgracia se le antoja ver una movie. Y la super-velocidad o la capacidad de volar se transforman en el auto de la marca que ustedes quieran, o, si son superhéroes de menos recursos, en el taxi, metro, microbús y combi de la ruta adecuada. Para mayor referencia, vean "Unbreakable" (El Protegido, en espanish, aunque el título me parece una cagada, porque a Bruce Willis nadie lo protege en la película) Samuel L. Jackson (el Bad Mother Fucker por excelencia) le explica a Bruce que incluso los superpoderes tienen una base real, son capacidades extraordinarias de gente normal, exageradas hasta el punto de la fantasía.

Imaginemos la siguiente situación. Nuestro héroe se encuentra en su day job, con su identidad secreta, laborando felizmente. De pronto, el teléfono rojo vibra. La voz del otro lado de la línea suena angustiada "Ven, porfa" El superhéroe presiona "End", se quita los lentes, o la gorra, o lo que sea, se abre la camisa, exhibiendo un pecho más lampiño que el de un surfer en el OC, se acuerda que está en el mundo real, se abotona la camisa de nuevo y sale hecho la chingada.

El punto al que tiene que llegar se encuentra del otro lado de la ciudad. Tirando las cosas del escritorio recoge la super-mochila (obviamente en lugar de un bati-cinturón) Y después de dar las excusas tipo Clark Kent correspondientes "Es que no le puse las croquetas a mi cocker spaniel", termina de transformarse con un pie ya en el asfalto, levanta un brazo hacia el cielo, y no, no despega, detiene al primer taxi que se encuentra y lo aborda. Cuarenta minutos, casi dos choques y 130 pesos después, nuestro héroe se encuentra ante la damisela. Todo en ella es perfecto. Esos labios, esos ojos, esas t...renzas. "Ya estoy aquí" El cielo se abre de pronto, una luz ilumina a nuestro personaje y solo a él. Sonríe con la sonrisa más amarilla que uno pueda imaginar (pinche cigarro) "¿Qué necesitas?" Los ojos de ella se vuelven de caricatura japonesa, al observar lo imponente, lo poderoso, lo rápido que llegó este cabrón. "Es que...(pausa dramática)...me peleé con mi novio" El cielo se cierra otra vez, los músculos se desinflan, la sonrisa desaparece, pero los dientes siguen igual de amarillos. El héroe suspira, traga saliva y cuando está a punto de ofrecer su ayuda anyway, el pórtatil de la susodicha suena con el timbre de "La Marcha Imperial" de Star Wars (el tema de Vader, pues) Contesta la llamada. El héroe se peina un poco, se abrocha un botón que le faltó, a la altura del ombligo, se pone un par de laminillas para contrarrestar el mal aliento. Y cuando ella por fin cuelga, se dirige hacia el héroe, lo mira dulcemente y con su angelical voz, dice "Mi novio viene para acá, para arreglar las cosas.¿Te llamo en la noche? Perdón, perdón, perdooooooooon" El héroe sonrie, se pone los puños en las caderas y dice "No te preocupes" Levanta la mano hacia al cielo y no, no despega, ni detiene un taxi, detiene un microbús que lo lleva al metro más cercano, por que la quincena se acabó con el coche que lo llevó hasta allí. Y se va, desarmado, powerless, a la Fortaleza, a esperar una llamada que no llegará.

Y luego preguntan por qué hay quienes se vuelven supervillanos. Chale


1 Comments:

Blogger Jerry said...

Lo único que se puede decir en estos casos es: que pok madre de vieja, me cae !!!

5:48 p.m., marzo 09, 2005

 

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Superhéroes luchando